lunes, 29 de julio de 2013

Lagunas de Campillos 25-7-2013

El día en que uno cumple años, casi siempre desea hacer algo especial o diferente. En esta ocasión decidí echarle más gasolina al coche y visitar este bonito enclave compuesto por 6-8 lagunas, dependiendo del factor lluvia. Todas ellas cercanas entre sí, se encuentran en un radio de aproximadamente 5 km.
Fui a dos de ellas. La laguna Dulce, la mayor de todas, y a la "redonda", de tan sólo 1,4 ha.

Os pido disculpas de antemano por la calidad de algunas imágenes, muy defectuosas al tener que recortarlas tanto, ya que la lejanía de estos bichos y mi objetivo de 300 mm no dan para más!! No en vano siempre es útil hacerlas.

Aclarado este punto, cuando llegué a la primera de estas lagunas, estaba repleta de agua, prácticamente al mismo nivel que en invierno. Me impactó observar a ojo cientos y cientos de "puntos negros" esparcidos por toda la laguna. Todas eran anátidas, y alrededor del 90% de las mimas eran fochas.

En esta imagen se puede ver a la focha, la malvasía cabeciblanca, el porrón europeo y el zampullín común.



Las buenas noticias comenzaban pronto, el zampullín cuellinegro veranea aquí. Pude observar al menos a 3 parejas a lo largo del día, una de ellas con su polluelo. Este fue el primero que vi.










Acto seguido, una de las grandes observaciones del día, un somormujo lavanco, siempre elegante y vistosa, preciosa anátida. Había dos ejemplares. Este es el que menos lejano estuvo.



En las cañas se posaban una golondrina tras otra.


Mientras tanto, no esperaba observar por primera vez, a un ejemplar de gorrión chillón. Pude identificarlo por la mandíbula inferior de color anaranjado. Es común en toda España y en el mediterráneo, pero no en Europa.



Por otra parte, me pareció extraño ver este nido realizado en una caña, cuyo obrador no conozco. Las golondrinas merodeaban cerca, pero no tienen nada que ver.


Siempre me llaman la atención otros bichos, en este caso una bonita libélula roja. Los rayos del sol se reflejaban en sus alas, creando varias tonalidades. 


El mayor acontecimiento del día se produce casi siempre con la presencia de alguna rapaz. Fueron ni mas ni menos que 5 aguiluchos laguneros los que merodeaban estas tierras. Uno de ellos se acercó sobrevolando toda la laguna. Parece ser una hembra adulta. Sencillamente increíble. 











Después de que la adrenalina del momento se controlara, esta cría de focha reclamaba a su madre con todas sus fuerzas.


Las arañas siempre tienen un pequeño sitio reservado en el blog. Las encuentro normalmente en los propios avistaderos de madera. Esta que vi es muy bonita. 



No esperaba ver al porrón pardo, que también encuentra aquí su habitat, tanto en invierno como en verano. Es el ejemplar de la parte inferior de la imagen, una hembra.


Algunas parejas de cuchara común también se hallan aquí en verano. Esta corre asustada por el ataque de una focha.



En una esquina de la laguna había un pequeño grupo de 5 o 6 flamencos. Iban y venían de vez en cuando.


Otra de las grandes observaciones fue este grupo formado por 5 individuos de avefría europea, volando en dirección fuente de piedra. Pasaron allí todo el día, por que en torno a las 6 y media de la tarde volvieron. Supongo que encuentran aquí un lugar donde dormir de forma más tranquila. Os muestro parte de la larga ráfaga que tiré.




Gran suerte la de poder ver a estos hermosos bichos mayormente invernantes, presentes aquí en verano.

Otro grupo de flamencos se unió al ya antes mencionado. Pasaron bastante cerca. Me encanta su silueta en vuelo, estirada e infinitamente alargada. 




Casi en el mismo lugar donde pasaron, un grupo de garcillas bueyeras cambiaban la zona de cañas por este seco y ahogado taraje.



La imagen del día fue la de uno de estos flamencos, que despistado se puso a nadar por la laguna. Intuitivamente sabía que tarde o temprano levantaría el vuelo. Esperé y esperé, hasta que efectivamente intentó alzar el vuelo sin éxito. Su peso y sus plumas empapadas lo impidieron. 
Fueron 5 segundos mágicos, que bien merecen días y días de observación... un regalo de la naturaleza. La secuencia completa:

 










No hay un minuto de descanso. Ahora una pareja de zampullín cuellinegro, alegres con su cría.



Un grupo de ánades azulones hembra.


Llega la hora del bocata. Cambié de laguna y fui a la redonda. 35º de temperatura a las 3 de la tarde no acompañaban, pero el esfuerzo merece la pena. Tuve la grandiosa suerte de que allí estaban alimentándose temporalmente un grupo de 25 flamencos. Nunca antes los había sentido tan cerca, impresionante.


Oír el sonido que producen sus picos filtradores de alimento es una gozada. Lo hacían al unísono, todos juntos. 


Bonita estampa la que me dejaron cuando el grupo se unió, más propio de una postal.


El andarríos chico también merodeaba cerca.



Por su parte, el chorlitejo chico pretendía parecer más grande al inflarse, reclamando así su parcela.


Una pareja está criando; Pude observar a un pollo correteando.

Hice un paréntesis y vi que por esta zona abunda el campo de girasol. Con algo de viento, dejó una buena toma.


La labor de pastor se pierde poco a poco. Creo que no es de extrañar. ¿Quien honra trabajar a 38 grados junto a un rebaño de cabras en pleno monte? 



Después de la pequeña reflexión y antes de volver a la laguna dulce, inmortalicé a este flamenco, que con un simple aleteo destaca entre el grupo.


Ya de vuelta fotografié a un curioso joven de focha.



A un macho de malvasía cabeciblanca.


A una pagaza piconegra, que el sentido de la vista siempre agradece. Estas aves no solo son costeras, también lo son de interior. Curioso.


Y por último en cuando a aves se refiere, una pareja de "patos coloraos". Se trata de una hembra adulta y un joven (de pico oscuro). Pude observar 3 parejas. 


Hay ocasiones en las que uno persigue el avistamiento de un ave. Mi pretensión era observar aquí a la focha cornuda. Era uno de esos días en los que no paras de buscar y hacer "barridos" a conciencia, con la ilusión y el optimismo que te rodea en ese momento. Lograrlo entre centenares de fochas comunes no es tarea fácil. Al final no hubo suerte.

La anécdota del día ocurrió cuando, antes de marcharme, decidí echar unas fotos al paisaje y al aspecto que presentaba la laguna con el objetivo pequeño que casi nunca utilizo (18-55 mm). Después de echar esta foto:


Tiré esta otra mientras un bicho grande se acercaba...


No me lo podía creer!! Con luz perfecta de la tarde a mis espaldas. Se trataba de un águila calzada, preciosa y parda. Intentaba estirar el 55 mm sin éxito, mientras mi estómago se retorcía de dolor y esta rapaz pasaba por encima de mi cabeza... Que hubiera sido de esta toma multiplicada por cinco de forma nítida. 


No hay que lamentarse. Muy pocas veces la naturaleza te quita o roba algún instante. De hecho es mi segunda o tercera vez. En cambio son incontables ya los miles de privilegios que me ha brindado.

A los que os guste la naturaleza, deciros que tenéis una ventana abierta al extenso mundillo de las aves. Es cuestión de probar y disfrutar de un rato agradable con los prismáticos colgados al cuello. 

Hay que respetar estos enclaves de alto valor ecológico. Detrás de este avistadero se acumulaban montones de bolsas, latas de atún y de todo tipo. Es una verdadera pena que no exista un mínimo resquicio de conciencia en la mente de estas personas incivilizadas.


Hasta el próximo pajareo. 

Un saludo!




















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